Introducción a la explicación del texto objeto de comentario: comentario a la tesis: la existencia de Dios no es evidente (Art. 1)
Tomás de Aquino
estudia tres problemas relacionados con la existencia de Dios:
1.
Si la existencia de Dios es una verdad de evidencia
inmediata (Art. 1)
2.
Si, por lo menos es una verdad demostrable (Art. 2)
3.
Cómo se demuestra la existencia de Dios (Art. 3)
Es patente el
orden articulado de los artículos que componen la cuestión formulada por el
aquinate. La respuesta al Art.3 descansa sobre la del 2 y ésta, a su vez, sobre
la del 1. Así pues, el desarrollo del Art.2 supone que se ha despejado la
incógnita del Art.1: resolviendo la cuestión en sentido negativo, Tomás de
Aquino sostiene la no evidencia inmediata de la existencia de Dios.
En efecto, la
proposición “Dios Existe” es en sí misma, objetivamente, una proposición
evidente, pues en ella el predicado está contenido en el sujeto, es decir, es
analítica. Pero, subjetivamente, para nuestro entendimiento finito, no es una
proposición por sí misma evidente, no es un juicio analítico, ni se trata de
una proposición cuya verdad se manifiesta a nuestra inteligencia por la sola
aprehensión de sus términos: Dios y existir, porque los seres humanos finitos
no pueden comprender la esencia de Dios y, tampoco, ver a priori que el
predicado esté contenido en el sujeto. La proposición “Dios Existe” es, pues,
una verdad no percibida intuitiva e inmediatamente, sino que puede y debe
deducirse de otros conocimientos. En otras palabras, el aquinate no considera
válida la prueba a priori propuesta por San Anselmo.
Así pues, Tomás
de Aquino sostiene que la existencia de Dios no es una verdad evidente. Aunque sí
lo sea objetivamente, no lo es para el entendimiento finito humano (Art. 1).
El aquinate fundamenta
su tesis en una crítica al Argumento Ontológico de San Anselmo. Dicho argumento
se basa en que la sola noción de la esencia de Dios basta para probar su
existencia. Se trata de un argumento a priori, propuesto por vez primera por el
filósofo medieval Anselmo de Canterbury (XI), en su obra Proslogion (cap. 2).El argumento va
del significado de Dios a la existencia de Dios y podría formularse de del modo
siguiente:
1.
Primera premisa: Dios es perfecto.
2.
Segunda premisa: Lo que existe es más perfecto que lo
que no existe.
3.
Conclusión: Dios existe.
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