jueves, 5 de enero de 2012

Elementos para la contextualización de Descartes II

1. Descartes, primer gran filósofo de la Edad Moderna.

Para entender en toda su profundidad esta fórmula, convendrá tener en cuenta que Época Moderna significa aquí el momento en que:

a. Las ciencias comienan a cobrar nuevo auge y protagonismo al margen de la filosofía, desarrollándose cada una en diversos campos y direcciones, con un cierto peligro de dispersión del saber humano. El método científico, hipotético deductivo se convierte en el camino ideal en la elaboración del conocimiento.

b. La concepción finitista y geocéntrica del universo es sustituida por una concepción infinitista y heliocéntrica, con lo cual, el hombre queda desplazado a los márgenes no sólo del sistema solar sino del Universo, en una posición excéntrica. El humanismo renacentista intentará contrarrestar este hecho.

Descartes responde, en nombre de la filosofía, al reto intelectual de la época moderna, de la siguiente forma:

1. Intenta unificar el conocimiento humano, es decir, intenta fundamentar las distintas ciencias en la filosofía.

2. Y esto mediante un método que sea expresión de la razón, entendida como pura intuición, y que ponga en duda todas aquellas verdades que no resulten evidentes para la intuición.

3. Tal método gira alrededor del yo, que se convierte en el centro de la problemática filosófica, en un doble sentido:

a. El YO es el comienzo metódico, o inevitable punto de partida de la investigación.

b. El Yo es la certeza que esa investigación encuentra y, por tanto, es el nuevo gran tema de la filosofía.

Así que mientras que la filosfía antigua y medieval tiene como objetos casi exclusivos de reflexión los temas del mundo y de dios, la filosofía moderna, con Descartes, descubre como tema propio al hombre, aunque entendido como conciencia. Se trata, justamente, de ese hombre que, como acabamos de decir, ha sido colocado por la física moderna en una posición excéntrica; de esta forma, el hombre, aunque abandona físicamente hablando, el centro del universo, ocupa, por primera vez como Conciencia o YO, el centro de la filosofía, y la filosofía, no se olvide, es universal.

4. Al centrar la investigación filosófica en el Yo, al encerrarse en el Yo, Descartes llega al Idealismo.

2. Descartes, precursor del racionalismo.

El problema que atraviesa a toda la filosofía moderna desde Descartes a Kant, es el epistemologico. La epistemología o teoría del conocimiento es la rama de la filosofía que se ocupa de estudiar el origen, límites y validez del conocimiento; es decir, un saber del saber. Tanto el racionalismo metafísico de Descartes como el empirismo inglés de Hume y el idealismo transcendental de Kant se ocupan de estos problemas ásicos. En fin, su problema es el del conocimeitno: conocemos, sí, pero ¿conocemos cuando decimos que conocemos? ¿Cuál es la estructura del conocer humano?

Epistemológicamente caben dos posturas: realismo e idealismo.

Una vez aclaradas estas posturas epistemológicas, regresemos al contexto histórico. Mientras que en la Europa continental se desarrolla la filosofía racionalista, en Inglaterra lo hace la corriente empirista. Como el racionalismo, la corriente empirista forma parte del Idealismo. Toda la etapa de la historia de la filosofía anterior a Descartes es realista en tanto en cuanto piensa que el entendimiento humano capata directamente la realidad. El giro que le imprime Descartes a la filosofía es, precismente, éste: la captaciónd e las ideas, no la captación de la realidad. Ahora bien, así como el racioanlismo aboca a un innatismo, ya que considera a las ideas claras y distitnas como innatas, el empirismo ingés aborda el problema del conocimiento desde el punto de vista de su origen y formación. Podemos decir que en el racionalismo tiene primacía el aspecto lógico de las ideas, mientras que en el empirismo inglés la tienen el análsis psicológico. Por eso se caracteriza también al empirismo como un psicologismo.

Abundemos acerca de las discrepancias que separan a racionalistas y empiristas, y digamos que no se ponen de acuerdo a la hora de caracterizar la naturaleza de las ideas. En efecto, para el racionalismo las ideas son conceptos lógico matemáticos de entendimiento o de la razón. Para el empirismo, por el contrario, las ideas son imágenes o representaciones psicológicas de la memoria o de la imaginación. Por eso no debe extrañar que, para los racionalistas, el máximo modelo de cientificidad sea realizado por las matemáticas. Los empiristas, por el contrario, entienden por ciencia las ciencias empíricas o naturales.

Como caracteres básicos del racionalismo se señalan los siguientes:

a. Su carácter matemático.

b. Su carácter innatista.

Elementos para la contextualización del texto de Descartes

Obras filosóficas de Descartes


A) Obras publicadas durante la vida de Descartes

1637.

"Discours de la méthode pour bien conduire sa raison, et chercher la Verité dans les sciences. Plus la Dioptrique, le Météores et la Géometrie, qui sont des essais de cette méthode". ("Discurso del método", seguido de la "Dióptrica", los "Meteoros" y la "Geometría"), editada en Leyden por Jean Maire.

1641.

"Renati Descartes Meditationes de Prima Philosophia", editada por Michel Soly en París. En esta primera edición en latín de las "Meditaciones metafísicas" se incluyen sólo las seis primeras series de objeciones y respuestas.

1642.

"Renati Descartes Meditationes de Prima Philosophia", segunda edición en Amsterdam, a cargo de Louis Elzevier, en las que se incluyen las séptimas objeciones y la carta al P. Dinet.

1643.

"Epistola Renati Descartes ad celeberrimum virum D. Gisbertum Voetium", también editada por Louis Elzevier, en la que Descartes responde a un escrito denigratorio editado por Voetius.

1644.

"Renati Descartes Principia Philosophiae", primera edición de los "Principios de la filosofía", a cargo de Louis Elzevier en Amsterdam, obra dedicada a Elisabeth de Bohemia.

1644. Edición en latín del "Discurso del método", traducido por Et. de Courcelles y revisado por Descartes, con la "Dióptrica" y los "Meteoros", pero no la "Geometría", (que será editada en latín en 1649 por Schooten en traducción no revisada por Descartes.)

1647.

"Les Méditations métaphysiques de René Descartes", traducidas por el duque de Luynes son la primera edición en francés de las "Meditaciones", editadas en París por Veuve Jean Camusat y Pierre Le Petit. Se incluyen las respuestas a las primeras, segundas, terceras, cuartas y sextas objeciones, traducidas por Clerselier. Ambas traducciones fueron revisadas por Descartes

1647. "Les principes de la philosophie", primera edición en francés, en París, a cargo de Henri Le Gras. La traducción del abate Picot fue revisada por Descartes, quien añade una carta prefacio.

1649.

"Les Passions de l'âme", (más conocida entre nosotros como el "Tratado de las pasiones"), publicada por varios editores: en Holanda por Louis Elzevier y en Francia por Henri Le Gras, entre otros.

B) Obras publicadas tras la muerte de Descartes

El principal editor de Descartes es su cuñado Claude Clerselier. A la muerte de Descartes en Estocolmo el embajador de Francia Hector-Pierre Chanut se hace cargo de sus escritos, que envía a Clerselier, quien procede a editar algunas de sus obras y gran parte de su correspondencia:

1657.

"Lettres de Descartes", editadas por Charles Angot y Henri Le Gras, en París. Un segundo volumen será editado en 1659, con traducciones más o menos afortundas de su correspondencia en latín.

1664.

"L' homme de Descartes" (el Tratado del hombre) y el "Traité de la formation du foetus", ambas editadas por Charles Angot y Théodore Girard.

1667.

"Le Monde", según el texto original, editado por Michel Bobin y Nicolas Le Gras, junto a una nueva edición del Tratado del hombre .

1668.

Ediciones del "Tratado de mecánica" y del "Tratado de música", así como de nuevas entregas de la correspondencia cartesiana, a cargo de varios editores.

El resto de las obras inéditas de Descartes se publicaron esporádicamente a lo largo de los siglos XVIII y XIX, culminando en la edición de sus obras completas por Charles Adam y Paul Tannery entre los años 1897 y 1909, convertida en la obra de referencia de la bibliografía cartesiana.