martes, 21 de octubre de 2014

¿Puede pensar una máquina?

Tema 4. Los problemas de la filosofía.




Las falacias. Definición y algunos ejemplos.

Las falacias son formas argumentativas erróneas o inválidas. Existen dos tipos: formales y materiales. Las primeras están relacionadas con la forma de los razonamientos; las segundas, con el contenido. 

Falacias materiales. 

Falacia ad hominen. Consiste en ignorar el razonamiento y atacar a la persona con la idea de desacreditarla. Se incurre en el argumentum ad hominem cuando se tergiversa un argumento válido y se afirma que x es una proposición falsa porque la que la persona que la afirmó tiene algún defecto atacable, en lugar de verificarse de la veracidad de x. En otras palabras, cuando en lugar de ocuparse de la validez de la proposición, se hace una critica moral al interlocutor. La falacia, entonces, consiste en eludir el tema y dar solo una opinión personal irrelevante sobre la moralidad del otro y se construye así:
  1. a afirma x
  2. hay algo cuestionable acerca de a
  3. por tanto, x es falso
Falacia ad ignorantiam. Consiste en considerar de que la falta de evidencia de una afirmación implica su falsedad. Consiste en defender la verdad o falsedad de un enunciado basándose en la idea de que nadie ha probado lo contrario. Ejemplo: “los extraterrestres existen porque nadie ha probado lo contrario”. 

Falacia ad vercundiam. Consiste en apelar a la autoridad o a los expertos para justificar la verdad de una afirmación.