martes, 5 de mayo de 2015

El arte popular



El arte popular

¿Qué es el arte? RAE.  (Del lat. ars, artis, y este calco del gr. τχνη).
amb. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo. 2. amb. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
Cultura popular. Las palabras cultura popular, arte popular,  movimientos pop, música pop, arte pop, se encuentran ligadas a una cultura de masas en el seno de una sociedad de consumo tecnológicamente avanzada.

Arte y sociedad de masas.
Fabricación a gran escala de elementos que formaban parte de la cultura: estilos de vida, ideas, objetos, etc. Significa, pues, el intento, por parte de las grandes industrias de producción de bienes y servicios de colonizar el cuerpo y el alma de los individuos. Todo, incluso el arte, forma parte de este dispositivo mercadotécnico.
Forma parte de la sociedad industrial y está íntimamente relacionada con democracia y el desarrollo de las tecnologías de la comunicación.
La cultura de masas, propia del siglo XX, ha sufrido ciertos cambios y modificaciones, pero no se ha transformado lo suficiente como para pensar que es un concepto obsoleto o inoperativo. Entre los nuevos fenómenos, relacionados con las nuevas tecnologías (internet, móviles, etc.) cabe destacar la llamada por Z. Baumann SOLEDAD MASIFICADA.
Henry Jenkins, profesor del MIT en el programa de Estudios Mediáticos Contemporáneos, ha acuñado la expresión Convergence Culture. Una situación en la que coexisten múltiples sistemas mediáticos, en la que los contenidos mediáticos discurren con fluidez a través de ellos y en la que las audiencias mediáticas desarrollan un comportamiento migratorio a través de dichos sistemas.

El término Mass Cult fue acuñado por Dwight Mcdonald en 1953, en oposición a Cultura de élites. El concepto pretendía significar lo bajo, lo vulgar, lo banal, lo kitsch, producto de la industria cultural. Adorno y Horkheimer lo presentaron como un oxímoron insultante. Ante la cultura de masas, Umberto Eco formuló los términos de la discusión: o apocalípticos o integrados.

Más allá de sutiles distinciones entre cultura o arte elitista y popular, entre éste último y el pop art, nuestro propósito no es otro que una hermenéutica crítica del arte popular que responda a las exigencias del pop art: poner de manifiesto los mecanismos alienantes de la sociedad de consumo y la manipulación ideológica a la que se somete a los ciudadanos. En definitiva, cumplir la máxima de Deleuze: la filosofía como arma que denuncia la mixtificación.

Simón Rodia, un personaje de la portada de Sargent Pepper’s. Para algunos, el primer artista POP.

Nacido en 1879, en Italia, y emigrado a los EEUU en 1891, pronto empezó a trabajar en la construcción de edificios y en las vías ferroviarias.
Los rascacielos son un símbolo de la construcción individual de la identidad basada en el éxito o ascenso profesional y social (metáfora del ascensor); las vías ferroviarias son el símbolo de la construcción de la identidad colectiva que se identifica con el progreso de la nación.

Verticalidad y horizontalidad, X e Y, progreso individual y colectivo, los dos ejes que sitúan a un sujeto en el espacio social. Para un inmigrante, llegar a ser alguien, era una cuestión individual y nacional, su éxito social pasaba por su contribución al desarrollo de la nación. Una vez conseguida esta segunda, procedió a edificar su identidad individual siguiendo el protocolo de hacerse alguien haciendo algo grande: desde 1921 hasta 1954, durante 33 años, levantó, con materiales de desecho, acero, cemento, cascotes, etc.,  nueve esculturas a las que llamó Nuestro pueblo.

Las esculturas de Rodia son la versión ridícula de los rascacielos: tienen la virtud de mostrar el lado ridículo y absurdo de la voluntad de crear cosas enormes, de “hacer algo grande”, no solamente con materiales sino con la propia vida, es decir, muestran el sin sentido de la tarea de “llegar a ser alguien”.

Las esculturas de Rodia son un símbolo de las ciudades actuales, de la acumulación de materiales heterógeneos que no obedecen a ningún principio selectivo: individuos de diferente procedencia que constituyen las masas de las ciudades industriales, aludes de extranjeros, de inmigrantes, obligados a vivir unos junto a otros según una ley que aún está por descubrir.

Las esculturas de Rodia formulan una de las preguntas que debe responder todo aquél que afronte el estudio de las sociedades moderna o de la cultura de masas: ¿cuál es el sentido de la elevación, por qué es preciso ascender, cuál es la clave que desentraña la voluntad de ascenso? ¿Acaso deberíamos pensar que nadie tiene la menor idea acerca del sentido de acumular cascotes, sean para confeccionar una obra de arte o una identidad?

El “sentido común” capta con facilidad la comicidad, la insensatez de las elevaciones de Rodia, y sin embargo, en el caso de las ascensiones profesionales (la carrera) o los rascacielos, su lógica y racionalidad excluyen el absurdo y el sin sentido. A pesar de que el arte de Rodia ha mostrado que son los mismos fundamentos los que generan unas y otras: hacer algo grande, ser alguien, elevarse por encima del resto. Nos reímos de Rodia y no de los rascacielos ni de nosotros mismos: de nuestras absurdas metas.      


Miroslav Tichý. Este particular personaje checo se dedica a construir cámaras fotográficas con elementos “recuperados” de la basura. Hay algo extrañamente atractivo tanto en sus fotos como en las extrañas cámaras que construye. El mismo lo explica diciendo: “Si quieres ser famoso, tienes que hacer lo que sea que hagas peor que todos los demás en el mundo”.

El instrumento y el objeto se confunden. Ciertamente las fotos reflejan algo de esta filosofía, ya que si bien la inventiva es destacable, las mismas no serían más que la obra de un pseudo pervertido con una cámara normal. Las capturas poseen casi las mismas características que las cámaras que las toman, son extrañas y poseen “rarezas” particulares además de tener el aspecto de haber vivido días mejores.

Los materiales que usa incluyen elásticos, tubos de cartón de todo tipo, lentes de gafas, partes de madera, metal y cartón. El resultado es una prueba funcional de que la imprecisión y los errores pueden ser tan atractivos como la más impresionante nitidez. Según Tichý, solo esas cámaras pueden agregar a las fotos las suficientes imperfecciones poéticas para expresar lo que él busca.
Miroslav Tichý fue “descubierto” hace relativamente poco, pero está haciendo y usando sus cámaras desde 1950. Algunas de sus fotos están ahora en exposición en el Centre Pompidou en París.

The Wall, Alan Parker.
Película del año 1982 y dirigida por Alan Parker. El guion: Roger Waters. Música: Pink Floyd

Sinopsis.- Pink, el cantante de un grupo musical, arrastra desde su infancia una serie de traumas debido a la dura educación que recibió. Cansado de todo lo que rodea su profesión, se acaba refugiando en las drogas como única opción para romper con el muro que él mismo ha creado a su alrededor.