Feminismo IV. El feminismo en España
EL FEMINISMO
SOCIAL EN ESPAÑA
En nuestro país la
existencia de una sociedad arcaica, con escaso desarrollo industrial,
con una fuerte ascendencia de la Iglesia Católica y fuertes
jerarquizaciones de género en todos los ámbitos de la vida social, dio
lugar a que el feminismo tuviera durante el siglo XIX una menor
presencia e influencia social que en otros países.
En un país en el que la práctica
política estaba circunscrita a un minoría social (voto censitario) y
en el que las prácticas electorales (adulteración de las elecciones) y
el protagonismo del ejército (pronunciamientos) marcaban la dinámica
política, no nos debe extrañar que el feminismo pionero no se centrara
en reivindicaciones políticas, como el derecho de sufragio, sino que se
basara en demandas sociales, buscando el reconocimiento de sus roles
sociales como tal género femenino (maternidad y cuidado de la familia)
y en la exigencia de los derechos civiles.
Las dos grandes figuras son
Concepción Arenal (1820-1893) y Emilia Pardo Bazán (1851-1921).
La escritora gallega Emilia
Pardo Bazán denunciaba en la España Moderna (1890) que los
avances culturales y políticos logrados a lo largo del siglo XIX (las
libertades políticas, la libertad de cultos, el mismo sistema
parlamentario) sólo habían servido para incrementar las distancias
entre sexos, sin promover la emancipación femenina.
La penalista Concepción
Arenal insistió en múltiples escritos en que el papel de madre y
esposa eran fundamentales en la vida de las mujeres, pero subrayando que
la experiencia de la vida femenina no podía centrarse en el ejercicio
exclusivo de ese rol.
En el terreno
educativo fue donde más avanzó el feminismo español. Las
iniciativas del Krausismo tras 1850 y de la Institución
Libre de Enseñanza (1876) buscaban un avance en la educación,
la enseñanza y la cultura femenina.
No obstante, el modelo varió poco y en las escuelas se siguió
trasmitiendo pautas de comportamiento basadas en la función doméstica
de la mujer. Concebida como “ángel del hogar”, su labor debía
dedicarse en exclusiva a los quehaceres domésticos y al cuidado de la
familia.
La resistencia a la generalización de la enseñanza femenina fue muy
acentuada. El reconocimiento oficial del derecho a la educación
superior no se produjo hasta 1910. A lo largo de todo el siglo XIX, el
analfabetismo femenino se mantuvo en tasas enormemente altas que
rondaban el 70% en muchas zonas a fines de la centuria.
En el caso español, hasta principios del siglo XX no se puede hablar
con propiedad de un movimiento colectivo de emancipación femenina.
ACTIVIDADES
1. Elabora una breve
biografía de Emilia Pardo Bazán y Concepción Arenal
2. Señala las razones del retraso español en el desarrollo del
movimiento feminista.
3. Indaga sobre la situación de la educación femenina en España
durante el siglo XIX y principios del siglo XX y elabora un breve
informe.
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