domingo, 11 de octubre de 2015
viernes, 9 de octubre de 2015
VALORES ÉTICOS 3º ESO. Aristóteles: virtud
Bloque 1. La dignidad de la persona.
• La teoría aristotélica de la virtud: concepto de virtud y tipos.
• Actos, hábitos y carácter: las virtudes éticas.
• Actos, hábitos y carácter: las virtudes éticas.
2.1. Señala en qué consiste la virtud y sus características en Aristóteles,
indicando la relación que tiene con los actos, los hábitos y el carácter.
2.2 Enumera algunos de los
beneficios que, según Aristóteles, aportan las virtudes éticas al ser humano
identificando algunas de éstas y ordenándolas, de acuerdo con un criterio
racional.
Cuando
una entidad realiza su función propia, pero no de cualquier manera sino de un
modo perfecto, entonces de dicha entidad decimos que es virtuosa o buena. Nosotros
utilizamos la palabra virtud y bondad en ciertos contextos de un modo parecido
al griego, como cuando hablamos de un buen cuchillo para designar el cuchillo
que corta ―es decir que es capaz de realizar su finalidad―, pero no de
cualquier manera sino bien. En la noción aristotélica de virtud son
importantes los conceptos de naturaleza y de finalidad: la virtud de un
objeto tiene que ver con su naturaleza y aparece cuando la finalidad que está
determinada por dicha naturaleza se cumple en el objeto en cuestión.
Aristóteles muestra en su Ética a
Nicómaco, que la virtud humana no puede ser ni una facultad ni una pasión
sino un hábito. Que sea un hábito quiere decir que aparece no por naturaleza
sino como consecuencia del aprendizaje, y más exactamente de la práctica
o repetición. La práctica o repetición de una acción genera en nosotros una
disposición permanente o hábito ―de ahí que la tradición aristotélica
hable de una segunda naturaleza para referirse a los hábitos― que nos permite
de forma casi natural la realización de una tarea. Los hábitos pueden ser
buenos o malos; son hábitos malos aquellos que nos alejan del cumplimiento
de nuestra naturaleza y reciben el nombre de vicios, y son hábitos buenos
aquellos por los que un sujeto cumple bien su función propia y reciben el
nombre de virtudes.
En
general llamamos virtud a toda perfección de algo por lo que podemos distinguir
virtudes del cuerpo y virtudes del alma; pero en la ética aristotélica las
virtudes estudiadas y que le interesan a este filósofo son las virtudes del
alma, y en ellas distingue:
·
las
virtudes que perfeccionan el intelecto o virtudes intelectuales o
dianoéticas;
·
las
virtudes que perfeccionan la voluntad o virtudes éticas o morales.
martes, 6 de octubre de 2015
Explicación racional: filosófica y científica (semejanzas y diferencias)
Estándar 1.1. Reconoce las preguntas y problemas que han caracterizado a la filosofía desde su origen, comparando con el planteamiento de otros saberes, como el científico.
EXPLICACIÓN RACIONAL
FILOSÓFICA
|
CIENTÍFICA
|
||||||||||
Teórica
Metafísica u ontología
Epistemología
Antropología
Lógica
Estética
Práctica
Ética
Filosofía política
|
|
EXPLICACIÓN
FILOSÓFICA Y EXPLICACIÓN CIENTÍFICA
EF
|
EC
|
|
Semejanzas
|
Explicación racional
|
Explicación racional
|
Diferencias de contenido
|
Saber totalizador y radical (intenta
abarcar la totalidad de lo real)
P.ej. ¿Qué es el tiempo?
La filosofía se centra en LA REALIDAD
|
Saber particular (fenómenos concretos
de la realidad)
P.ej. El tiempo. T=e/v
La ciencia se centra en aspectos o regiones
de la REALIDAD (biológico, físico, químico, et.)
|
Diferencias de método
|
Hermenéutico (Comprensión)
|
Hipotético-deductivo
(Explicación y predicción)
|
Aplicación
|
Ética y política
|
Técnica
|
Objetivo
|
Critica y duda
|
Verdad
|
Modelo de noción preparada por el profesor: el retorno a la caverna y las tinieblas
El
retorno a la caverna y las tinieblas.
El
filósofo, que ha llegado al mundo sensible y contemplado las Ideas, debe volver
a descender a la caverna o mundo sensible para ayudar a los hombres a salir del
sueño en el que se hallan sumidos. Pero su retorno no estará exento de
dificultades. Como señala Platón en el texto, no es extraño que se muestre
torpe cuando tenga que discutir en los tribunales o en otro lugar (mundo
sensible), sobre la apariencia de lo justo cuando él conoce la justicia en sí
(mundo inteligible). El filósofo ha conocido la verdad, la belleza y el bien.
El mundo sensible, las tinieblas, representan todo lo contrario: la ficción, la
multiplicidad y el cambio. Es un mundo ficticio que debe, bajo las órdenes del
filósofo, convertirse en la copia más fiel del mundo inteligible. Las tinieblas
deben dejar paso a la luz. Y el régimen político más adecuado no es otro que un
Estado aristocrático en el cual los filósofos sean reyes o los reyes,
filósofos.
El
retorno a la caverna simboliza la dimensión ético-política de la dialéctica.
Una vez que se ha conocido la Justicia, la Verdad, etc., el prisionero liberado
debe volver a la caverna para ilustrar a los prisioneros. Esta fase se
identifica con la doctrina socrática del intelectualismo moral, el cual
identifica el saber y la virtud: solamente puede hacer cosas buenas, aquél que
sabe lo que es el bien; o sólo puede obrar justamente, aquél que sabe lo que es
la justicia. El prisionero liberado, convertido ya en sabio, vuelve a la
caverna, a las tinieblas, con el objetivo de enseñar al resto de prisioneros
cómo liberarse de las cadenas o prejuicios. Para ello no cabe otro medio que la
constitución de una ciudad ideal o una república basada en el ideal griego de
equilibrio y armonía.
La
ciudad ideal o el Estado justo se divide en tres clases sociales que son el
correlato social y político de la división tripartita del alma. Es decir, la
propuesta de estratificación social se fundamenta en la concepción
antropológica platónica. Platón divide el alma en tres partes; racional
(cabeza), irascible (pecho) y concupiscible (vientre). El alma racional es la
parte superior del alma, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el
conocimiento (noesis) de las Ideas y la capacidad de actuar moralmente. El
"mito del carro alado" (Fedro)
representa el alma racional con la metáfora del auriga. Es la parte más
excelente del alma y se identifica con la razón. El alma irascible es aquella en la que se sitúan la voluntad, el valor
y la fortaleza. En el mito anteriormente mencionado queda representada por el
caballo blanco que obedece las instrucciones del auriga. Gracias a esta
parte el auriga puede seguir a los dioses hacia el mundo de las Ideas y la
contemplación de la Idea de Bien. El alma concupiscible o parte mortal es la
responsable de las pasiones y los deseos sensibles. En el "mito del carro
alado", Platón representa el alma concupiscible con la metáfora del caballo
malo, poco dócil y que dirige al carro hacia el mundo sensible. Es la parte
del alma humana más relacionada con el cuerpo. Por estar tan íntimamente
ligada al cuerpo se destruye cuando éste muere. La sitúa en el abdomen.
Al alma racional le corresponde la clase de los filósofos o gobernantes de la
ciudad; al alma irascible la clase de los defensores de la misma; al alma
concupiscible la clase de los trabajadores.
El ideal de ciudad basado en la armonía exige que
exista un equilibrio entre las tres clases sociales, al igual que la idea de
armonía en la conducta de la persona exige un equilibrio entre las diferentes
partes del alma. Y al igual que en la persona el alma racional debe dominar a
las otras, en la ciudad, la clase de los filósofos debe gobernar al resto. La forma política que debe adoptar el
gobierno de la república es la de un régimen aristocrático o gobierno de los
mejores, en este caso de aquellos que conocen las Ideas, es decir, los
filósofos.
Se trata de una organización política
estrictamente jerarquizada. No todos los individuos están igualmente dotados
por la naturaleza, ni deben realizar las mismas funciones. En cada uno
predomina un alma, y debe ser educado para la función que le es más idónea (el
Estado platónico es ante todo una institución educativa). La vida de los ciudadanos
está en función del bien de la comunidad. Así, por ejemplo, Platón habla de un
“comunismo” total para las clases superiores: abolición de la propiedad privada
y de la familia. De este modo, gobernantes y guerreros, estarán a salvo de la
ambición personal o de casta. Mujeres y hombres reciben la misma educación. Es
una educación gradual a partir de la cual se determina la clase a la que
pertenecerá cada uno. Los que se muestran menos dotados reciben una educación
elemental y forman la clase de productores (serán agricultores, industriales o
comerciantes); los más aptos continúan su formación y serán nuevamente
seleccionados para guardianes o, en el caso de los mejores, para gobernantes.
Para Platón la vida del individuo debe estar supeditada al interés de la
comunidad.
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